lunes, 16 de junio de 2014

VICTIMIZACIÓN, NEGACIÓN, PARALIZACIÓN – DÍA 30.


 
Me he dado cuenta que tanto para los aspectos “positivos” o “negativos” de mi vida me  he puesto una frontera  para esquivar el pánico que tengo de enfrentarme todos los días al sistema actual donde nuestro dios es el dinero y yo tengo que conseguirlo para sobrevivir. Esa frontera es el frenar/esquivar mi responsabilidad de cambiarme a mí misma, mi responsabilidad de asumir que ninguna varita mágica llegará a hacer mis sueños realidad sólo por desearlos. Pongo esa frontera como una victimización de pretexto y para decirme a mí misma ”estás consumida dentro de este sistema, no puedes hacer nada porque todo lo demás es inmensamente grande frente a ti que eres nada, que eres pequeña contra todo eso aunque seas muy buena”. Y no es así, no soy buena ni soy mala, soy esto que está aquí, soy vida, hago y haré lo que sea mejor para todos como unidad que somos. Me he demostrado que cuando quiero algo, tengo un plan para hacerlo, lo hago, encuentro soluciones; y sí, esas soluciones están dentro del sistema también, pero se acomodan por leyes naturas cuando se trabaja muy duro y cuando me dirijo a moverme para realizarlo en vez de quedarme victimizada. Es así cuando las cosas me han funcionado, pero otras veces me paralizo victimizándome y por supuesto es cuando no obtengo los resultados que quiero. “A toda acción corresponde una reacción” y si no dirijo mi cuerpo una y otra vez para que haya una solución claramente no habrá un resultado.

Me perdono a mí misma por haberme permitido y aceptado a mí misma victimizarme como una excusa para eludir el pavor que tengo ante mi responsabilidad de hacer mi vida de la manera en que deseo (no como energía sino como un plan de vida que sea el mejor y tenga sustento para ejecutarse). Me perdono a mí misma por haberme permitido y aceptado a mí misma victimizarme para de huir de mi responsabilidad de saber y asumirme como la dirección de cada paso que doy.

Me perdono a mí misma por haberme permitido y aceptado a mí misma pensar que alguna fuerza sobrenatural llegará a hacer “mis sueños realidad” en vez de dirigirme a cumplirlos yo misma así cuando las cosas que me han servido las he realizado yo con estrategias y trabajo duro.

Cuando me vea a mí misma victimizarme y poner de excusa el sistema aplastante que SIENTO contra mí para no asumir mi responsabilidad de dirección de mí misma -porque nadie más cambiará mi vida-, me detengo y me estabilizo en lo físico con el respiro.

Me comprometo conmigo misma a ejecutar, a dirigirme por difícil que parezca o me lo crea, creando SIEMPRE soluciones de la manera que he aprendido y que es mejor para todos porque esto además permite reflejarme para/en/como y con los demás.

Me comprometo conmigo misma a parar el sentimiento de victimización, a parar esa imagen de bondad que tengo sobre mi persona y a detener la imagen de maldad que CREO de lo demás.

Me doy cuenta que nada es bueno y nada es malo y lo único que me corresponde hacer con mi cuerpo es dirigirlo hacia lo que sea mejor para todos, esto me incluye a mí, incluye lo que sé que es mejor para lo que vivo-experimento a diario y mis decisiones para tener una vida digna levantados en y como el principio de igualdad y unidad.

Me comprometo conmigo misma a crearme a base de esfuerzo y de planes realistas la vida digna que merezco no como algo que deba ganar sino como facultad de simplemente existir.

Me comprometo conmigo misma a recordar cómo he obtenido mis logros dentro del sistema y no como él y seguir por esa misma línea (mejorándola también) que se levanta a su vez en y como lo que es mejor para todos en lugar de victimizarme, NEGARME y  PARALIZARME como la sombra asustada frente a su propio cuerpo.

Me comprometo conmigo misma a no dejar de hacer lo que sé que es mejor para todos y lo que sé que tendrá una proyección en mí misma y en los demás; sí, con esto me refiero al arte. No dejaré de hacerlo por sentirme consumida por los demás, porque la única que me consume soy yo misma.

Me comprometo a vivir yo mi mensaje artístico y no sólo tratar de transmitirlo a alguien más, sino hacerlo mío con mi cuerpo dirigido por mí misma.

Me comprometo conmigo misma a no volver a parar, me comprometo a no volver a estancarme, me comprometo a seguir una y otra vez y a apoyarme a mí misma en vez de negarme lo que realmente es mejor para mí y en consecuencia para todos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario